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🐾 El Arrastre: Mucho Más que un Paso Antes de Gatear
🐾 El Arrastre: Mucho Más que un Paso Antes de Gatear
Cuando pensamos en el desarrollo motor de un bebé, solemos imaginar primero el gateo o los primeros pasos. Sin embargo, hay una etapa anterior, a menudo subestimada, que tiene un valor inmenso para el desarrollo integral del ser humano: el arrastre.
El arrastre es el movimiento que realiza el bebé cuando se desplaza por el suelo utilizando sus brazos, piernas y abdomen, sin levantar el tronco del suelo. Suele aparecer entre los 4 y 6 meses, y representa la primera forma organizada de desplazamiento independiente.
Aunque algunos bebés lo omiten o lo realizan brevemente, el arrastre no debería considerarse opcional, ya que cumple funciones fundamentales en el desarrollo neurológico y físico.
Mucho más de lo que parece. Desde la perspectiva de la Organización Neurológica Funcional (ONF), el arrastre ayuda a organizar el sistema nervioso central a través del movimiento repetitivo y cruzado (brazo derecho con pierna izquierda, y viceversa).
Este patrón cruzado estimula la conexión entre los dos hemisferios cerebrales, esencial para funciones superiores como:
Lectura y escritura
Comprensión verbal
Coordinación motora fina
Atención y concentración
Regulación emocional
El arrastre también estimula áreas del cerebro relacionadas con el equilibrio, la integración sensorial, la orientación espacial y la percepción corporal.
Fortalece los músculos del cuello, hombros, espalda y abdomen.
Prepara al cuerpo para el gateo, la marcha y otras habilidades motoras más complejas.
Desarrolla la capacidad de usar ambos lados del cuerpo de manera sincronizada.
Mejora la lateralidad y la conciencia corporal.
Estimula el sistema táctil al tener contacto constante con el suelo.
Activa el sistema vestibular (equilibrio) y propioceptivo (posición y movimiento del cuerpo).
Al integrar los hemisferios cerebrales, mejora habilidades lingüísticas, atención, memoria y procesamiento secuencial.
No todos los bebés se desarrollan igual, pero saltar esta etapa puede tener repercusiones a largo plazo. Algunos estudios y observaciones clínicas asocian la ausencia de arrastre con:
Dificultades de aprendizaje
Problemas en la coordinación motora
Déficit de atención
Dificultades en la lectoescritura
Por eso, en el programa de Organización Neurológica Funcional introducir movimientos de arrastre y gateo en niños mayores, incluso en adultos, para estimular conexiones neuronales y mejorar el funcionamiento global del sistema nervioso.
Coloca al bebé boca abajo (tummy time) varias veces al día desde las primeras semanas de vida.
Motívalo con juguetes llamativos justo fuera de su alcance.
Usa superficies firmes y seguras, como el suelo.
Evita el uso de dispositivos que limiten el movimiento libre (corrales, andadores, sillas, saltadores, etc.).
El arrastre es mucho más que una etapa previa al gateo: es una experiencia neurológica profunda que estructura el desarrollo del cerebro y del cuerpo. Favorece la integración sensorial, la coordinación motora y la madurez de funciones cognitivas que acompañarán a la persona a lo largo de toda su vida.
En un mundo cada vez más acelerado, detenernos a observar y respetar cada etapa del desarrollo natural es una forma de honrar la sabiduría del cuerpo humano. El arrastre no es un retroceso: es el primer gran paso hacia adelante.
Especialista en Desarrollo Humano, Organización Neurológica Funcional y Biorretroalimentación Cuántica.